miércoles, 9 de marzo de 2011

Esencia

Bueno, os iré escribiendo aqui, una historia que comenzé a escribir hace mucho tiempo, espero que os guste

¿Quien soy?Eso no importa ahora, ¿Cual es mi nombre? No adelantes acontecimientos y presta atencion, pues esta historia solo la narraré una vez en la vida.

Todo empezó una fria noche de Diciembre, las navidades no habian sido las mas felices precisamente. Una silueta caminaba entre las sombras, era un alma en pena, un recuerdo,una sombra de lo que un dia fuere, y ahora solo buscava su autodestruccion, los recuerdos de lo sucedido hace unas semanas le atormentavan, le acosavan, tal vez si hubiera hecho lo que debia no habria ocurrido asi. De todas formas eso ya no importaba, habia dejado su trabajo, avandonado al gran amor de su vida, queria perderlo todo; el dinero, sus propiedades e incluso la vida, y la idea de terminar con el sufrimiento, de dejar esta vida, se hacia cada vez mas seductora. Queria morir y esa invitacion le llagaba a todos, al taxista que lo acababa de tirar de su taxi porque no tenia dinero, a aquel tipo del bar con el que se habia peleado hace un rato, la sangre del cual aun estaba fresca en su chaqueta, a la puta con la que se habia intentado distraer esa noche y era la responsable de que no tuviera ni un duro encima, a todos...

Caminando llegó hasta el puertoy buscó algo que le sirviera para que no saliera a flote cuando esta noche se fundiera con el mar. Encontró un bloque de hormigon, perfecto para sus intenciones, se dispuso a cojerlo, pero no podía, había un hombre subido, antes no lo había visto, era como si hubiese aparecido de la nada y su presencia le angustiaba y asustaba un poco.

 -La muerte no es agradable ni divertida, no calmará tu sufrimiento, solo lo hará eterno-El extraño hombre hablaba con un tono amigable con su voz calida y agradable, inspirava cierta confianza.
 -¿Y tu como lo sabes? ¿ Acaso has muerto alguna vez? - el sarcasmo era muy claro en su tono de voz, pero mi desesperado amigo no intentaba ser maleducado, pero creo que todos podemos entenderle, o almenos intentarlo.
 -Jajaja, yo no estoy vivo, tampoco estoy muerto, pero soy la muerte en su estado fisico, te invito a que te unas ami por toda la eternidad, repartiras muerte, terror, sentiras cosas que nunca creiste posibles, serás tu quien decida tu propio destino-Interrumpió ami amigo que intentaba hablar- No contestes ahora, piensatelo detenidamente- Acto seguido y con una extraña sonrrisa en su semblante el hombre se esfumó, como si su cuerpo se evaporase lentamente entre la neblina que cubria el puerto.

Estaba nervioso y asustado, su mente estaba excitada, no sabia si lo que acabava de ocurrir era real o simplemente era un delirio de su trastornada mente. Fuese como fuese se olvidó totalmente de sus planes y se dirigió hacia a su casa deseando que todo lo ocurrido ultimamente hubiese sido una terrible pesadilla, que mañana cuando se despertase Sophie estuviera junto a el, que cuando volviera exausto de trabajas pudiera reconfortarse con una visita a sus padres donde vivia toda su familia.

El camino hasta su casa fue lento, tranquilo, silecioso y muy perturbante, nadie se cruzaba en su camino y no era de extrañar, vestido con unos vaqueros negros rotos, botas negras desgastadas, una vieja camiseta de una vieja gloria del metal, una chaqueta de cuero negra ya roida y sucia, ademas la sangre seca del tipo del bar, ya seca, permanecia en su camiseta y chaqueta, su pelo largo, negro y ondulado lucia muy desaliñado y lleno de nudos.

Cuando estaba en su portal buscando las llaves de su casa se dió cuenta de que no conseguia recordar como era el aspecto del extraño que le habia abordado, no conseguira recordar su cara, si era alto o bajo, gordo o flaco, ni siquiera como iva vestido, absolutamente nada. Cada vez estaba mas confuso, justo ahora mismo creia haber visto una sombra moviendose dentro del portal, tal vez todo era imaginario. Abrió la fria puerta de metal negro de su pario, el frio le devolvió a la realidad, la luz del patio no funcionaba, dava igual, subió por las escaleras para asi despejarse un poco mas. Tenía sueño, estaba cansado y cada escalon que subía le inbuía en una especie de trance hipnotico, le pareció tardar horas en subir los cuatro pisos, como si el mundo entero hubiere pactado un complot contra el, las escaleras se alargaban y los pisos crecian por momentos, como si todo fuera obra de un dios curel que se divertia torturandole.

Abrió la puerta de su piso, entró en el recibidor, todo estaba como lo dejó horas antes, el recibidor era amplio, con un pequeño mueble de hierro en la pared de enfrente de la puerta, en el qual estaban unas fotos de su familia, otra de el y Sophie abrazados y encima de las fotos un pequeño espejo colgando de la pared. Habia dos puertas, la de la izquierda que dava a una pequeña cocina y la de la derecha dava la entrada al comedor y un pasillo conducia al cuarto de baño y su propio dormitorio. La casa estaba decorada de forma pauperrima, la unica decoracion relevante eran algun que otro poster de ciertos grupos "Heavys" que le gustaban que adornavan el pasillo.

Avanzó por el pasillo tambaleandose y entonces vió que en la pared que dava a su cuarto habia algo escrito

 -Gabriel, elije tu destino-

Sin prestar atencion se metió en su cuarto, se enfundó en la cama y en question de segundo, el sueño se adueñó de el...

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